Historia 3
Ellos compran estos HFC donde son legales, traficar luego con ellos en la UE es lo único que necesitan hacer.
Los traficantes de HFC ilegales pueden hacer esto porque saben que, a menudo, las aduanas no tienen suficientes recursos para realizar todos los controles que deberían, ya que están más centradas en la detección de armas, mercancías falsificadas o tráfico de personas.
En base al análisis de datos de Oxera Consulting LLP, el EFCTC estima que hasta 34 millones de toneladas equivalentes de CO2 podrían ser importadas ilegalmente en la UE cada año. Esto es un 33% por encima de la cuota legal en 2018 y significa que el 25% del total del mercado de HFC de la UE podría ser ilegal.
Está comprobado. Cuando la demanda se mantiene alta, los límites en el suministro que se fijan mediante cuotas acaban resultando en un incremento del coste.
¿Qué ocurre realmente cuando se compran HFC ilegales?
Los HFC ilegales financian la actividad de organizaciones criminales que normalmente están envueltas en el tráfico de armas, drogas y personas. En ocasiones, los beneficios del comercio ilegal de estos gases sirven para financiar otras operaciones peligrosas y violentas.
Según la organización independiente EIA (Agencia de Investigación Medioambiental), en 2018 el volumen de HFC ilegales representó la introducción en Europa del equivalente a 16,3 millones de toneladas de CO2. Esto supuso más del 16% de las cuotas de 2018 y más del total de emisiones de CO2 de Eslovenia.
Se trata, pues, de un grave y serio problema para el planeta y para las personas. El tráfico ilegal de HFC no es una infracción leve. Incentiva el crimen y destruye nuestro planeta.